sábado, 15 de septiembre de 2012

Millones de años

Acabo de publicar nueva página en el libro "La historia que no se ve"; la correspondiente a la última fotografía que José Manuel Alfaro me envió y que pudisteis conocer junto a la descripción en la entrada anterior de este mismo blog.

La historia que publico ahora nace a partir de esa descripción y hace hincapié en la asombrosa elipsis que yo presentí al observar la foto. De ahí el título "Millones de años".

Esperamos vuestros comentarios, para nosotros son todos importantes, y no olvidéis que se pueden hacer al pie de la misma entrada, justo después de leer la historia que yo vi.

Que lo disfrutéis. 


martes, 11 de septiembre de 2012

Acerca de "La historia que no se ve"

El blog lahistoriaquenoseve.blogspot.com nació con la intención de compartir el trabajo que José Manuel Alfaro (fotógrafo) y yo realizamos en el libro "La historia que no se ve"; un proyecto que aparece definido en el propio blog (Nota del fotógrafo, Nota del escritor).

A partir de ahora, trataré de compartir también en INéDITO una parte del método que sigo a la hora de escribir las historias que se publican en ese libro.

Ya ha quedado dicho que entre nosotros, como coautores, el método de trabajo consiste en que Alfaro elige de entre su obra aquellas fotos que considera oportunas, sin otro criterio que el de la calidad técnica y artística, para luego enviarlas a mi correo sin añadir explicación alguna.
Por mi parte, una vez recibida la fotografía, y en aquellas ocasiones en las que me parece oportuno, le solicito información referida al lugar o al nombre del paraje o personaje retratado; rara vez, también acerca de qué le impulsó a hacer esa fotografía.

Con la imagen y esos datos, mi trabajo consiste en escribir la historia que no se ve, entendiendo siempre que la fotografía es la instantánea de una realidad más amplia. Y para hacerlo, como es natural, comienzo por observarla detenidamente; de esa observación surge en primer lugar una emoción que trato de fijar para el recuerdo; esa emoción será la génesis del cuento, en torno a la que escribiré con la intención de que el texto la transmita también al lector. Luego, ha de ponerse en marcha la imaginación para construir la historia que pretendo narrar. Por último y como siempre, comenzará la lucha que todo escritor mantiene con el lenguaje para que este "diga" y "haga" lo que  el autor pretende.

De todo este proceso, nada fácil de compartir, sí hay una parte clasificable, y es aquella que produce la razón cuando se observa algo siguiendo un método preestablecido y de la que surge la descripción de lo observado. Y será eso, la descripción de la fotografía, lo que me propongo compartir en adelante, sabiendo que son posibles tantas descripciones como miradas diferentes; será por tanto una descripción subjetiva, y es esta subjetividad la que da sentido y fundamenta la acción de compartir.

Ya hice algo parecido al publicar la entrada "Los colores del agua" que se puede leer en este mismo blog; y más exactamente al publicar en Facebook la descripción de la fotografía que inspiró la historia "Antes de la tormenta", donde referido a esta foto escribí:






"Un campo segado, bajo un cielo gris y profundo; en primer término, pacas de paja apiladas hasta casi rozar ese cielo; 
y en el aire el olor a hierba seca, 
a los tallos del trigo, 
a comida de invierno..."


Quienes hayan leído la historia "Antes de la tormenta" (aquí) podrán comprobar la relación que existe entre esa descripción y la historia escrita.

Pues bien, es la hora de compartir la descripción de la última fotografía de Alfaro que he recibido y que pronto pasará a ser la página 09 de "La historia que no se ve"; o eso espero.
















"Una fotografía de gran potencia expresiva, donde los elementos naturales (la bruma, el mar, la roca y el acantilado con huellas geológicas milenarias) aparecen con tanta fuerza que podemos observarla como un retrato de la Tierra y de las transformaciones que han acaecido desde sus inicios como planeta. 
Un quinto elemento, la torre de comunicaciones, nos habla de la existencia del Hombre sobre ese planeta; la torre está ahí, en la imagen, también como huella del último estadio de la evolución humana, como manifestación del progreso alcanzado por el Homo sapiens.
Estamos por tanto ante la fotografía que muestra, en un instante, millones de años; algo que literariamente solo es posible a través de la elipsis. Y desde ahí me enfrentaré a escribir esa historia que no se ve". 



jueves, 6 de septiembre de 2012

De nuevo en Madrid

Rápido, muy rápido e intenso, como los sueños; así ha sido nuestra estancia en Galicia. Todo verde, todo lleno de vida y olores, del canto de los pájaros, de los sonidos del río y de las hojas de los árboles que no paran de mecerse con el viento fresco, siempre tan agradable.
Estuvimos desconectados del mundo en todos los sentidos: sin cobertura, sin Internet, sin teléfono... Solo abiertos a la naturaleza, al buen apetito y al sabor especial de una gastronomía rica y abundante, muy abundante.
De vuelta, Madrid y sus particulares agobios; el calor, que parecía que no iba a cesar nunca; el ruído de fondo; la multitud aturdida y siempre extraña; de nuevo los viejos vecinos de siempre, las mismas facturas en el buzón, ahora más caras; el rescate de lo cotidiano...
Hoy, toca dentista; mañana, gestiones varias. Así es esto que llaman vida y que hay que vivirla, contento a la fuerza, sin rechistar. Ya conectados: el Facebook, los blogs, el correo, la llamadas al móvil... También, el recuerdo de buenos amigos que apetece reencontrar. 
Y una nueva fotografía de Alfaro para el libro "La historia que no se ve"; yo ya he escrito una que vi. (lahistoriaquenoseve.blogspot.com )