Hace tiempo que no vengo por aquí. Hace tiempo que permanezco quieto, por varias razones. Hoy, revisando fotos, me he encontrado con esta en la que aparecen Berta y Chica; una labradora y una ninfa; un perro y un pájaro, dormidos, y me he dado cuenta otra vez de que Berta es con toda seguridad el ser con la mente más limpia que conozco. Tanto es así, que su capacidad de empatía con los otros llega hasta el punto que, cuando quiere, es capaz de sentirse otra en lo más profundo de su conciencia; por eso, para que su nueva amiga duerma tranquila, intenta que el tamaño de su cuerpo, inmensamente más grande, se reduzca al máximo; y hasta trata de adoptar la misma postura, idéntico recogimiento, hasta que las respiraciones de las dos se acompasan; no sé si también sus sueños. Así es Berta, de alma tan limpia.