domingo, 18 de diciembre de 2011

Novedades más importantes de la Ortografía (2)



Mayúsculas y minúsculas
Cargos 
Se escriben con minúscula inicial, vayan o no acompañados del nombre de la persona que los tiene.
Ejemplos: el rey Juan Carlos I, el papa Pío IX, el ministro, el presidente, el embajador, el director general, el obispo, el juez, el magistrado, el príncipe, el alcalde, el concejal

Tratamientos 
Se escriben con minúscula inicial. Sus abreviaturas, sin embargo, se siguen escribiendo con mayúscula.
Ejemplos: don, sor, fray, señor, hermanos, su santidad, su excelencia, vuestra merced, su señoría, monseñor, ilustrísimo, excelentísimo
Las abreviaturas, con mayúscula inicial: D., Ilmo., Hno., Mons.


Artículos en topónimos (Topónimo: nombre propio de un lugar)
Se escriben con mayúscula cuando forman parte del nombre propio, pero en las comarcas se escriben con minúscula. En el primer caso, cuando forma parte del nombre propio, además de escribirse con mayúscula el artículo no se contrae; mientras que en el caso de las comarcas, además de escribirse con minúscula, el artículo se contrae.
Ejemplos: El Cairo, El Salvador, La Haya, la Mancha, la Alcarria, el Bierzo, el Algarbe, las Hurdes, de El Cairo, de El Salvador, del Bierzo, del Algarbe


Costas 
Se escriben con mayúscula, incluso en el genérico.
Ejemplos: Costa Azul, Costa Brava

Penínsulas 
Cuando el nombre específico de una península es un adjetivo que alude a un topónimo se escribe, como caso particular, con minúscula.
Ejemplos: península ibérica, península arábiga, península itálica
Si el nombre de una península no es un adjetivo que alude a un topónimo, se escribe con mayúscula inicial.
Ejemplo: península Valiente


Premios 
Se escriben con mayúscula todas las palabras significativas. La categoría se escribe con mayúscula en los grandes premios internacionales y en minúscula en el resto. Cuando se alude al objeto que representa el premio o a la persona premiada, se escribe con minúsculas.
Ejemplos: el Premio Nobel de Física, el Óscar a la mejor dirección, entrevistan al premio nobel de literatura, el director posó con su óscar


Puntos cardinales 
Se escriben con minúscula, salvo cuando son parte de un nombre propio.
Ejemplos: rumbo al norte, hemisferio sur, el sureste de la ciudad, el polo norte geográfico, América del Norte, Corea del Sur, Europa del Este

sábado, 17 de diciembre de 2011

Novedades más importantes de la Ortografía (1)



Acentuación
solo 
No debe tener tilde nunca cuando no hay riesgo de ambigüedad.
Cuando hay riesgo de ambigüedad y es adverbio, se desaconseja la tilde y en su lugar se prefieren las formas sinónimas únicamente solamente.
Solo adultos
Metió solamente un gol
este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas
No debe tener tilde nunca cuando no hay riesgo de ambigüedad. Cuando hay riesgo de ambigüedad y es pronombre, se desaconseja la tilde.
Esta es bonita, aunque prefiero aquella
Monosílabos
Los monosílabos ortográficos no se tildan nunca, salvo en los casos de tilde diacrítica. En concreto, ya no se tildan las palabras en las que todas sus vocales forman un diptongo o un triptongo ortográfico (antes se admitía como excepción).
guion, Sion, ion, prion, truhan, frio, friais, lie, lio, liais, hui, huis (y no guión, Sión, ión, prión, truhán, frió, friáis, lié, lió, liáis, huí, huís).
Con voseo:
fias, lia (y no fiás, liá)
o entre cifras 
No se tilda nunca, pues el riesgo de confundir la letra o con el 0 es mínimo. Recuérdese que ante un número que empieza por o, se convierte en u.
4 o 5
23 o 24
79 u 80

martes, 22 de noviembre de 2011

Querida Paca. Queridísima y necesaria Francisca Aguirre


No soy filólogo ni crítico literario. No soy especialista en nada. Por eso ahora, que por fin te reconocen, mi enhorabuena por este Nacional de Poesía 2011 me acerca una vez más a tus versos; a esos que has escrito y a los que aún no están impresos y ya adivino, porque son los tuyos versos de un solo poema interminable y regalado. Versos en los que Paca Aguirre se desangra como una fruta que madura; que se sabe cercana al final desde el principio; que se reconoce en la mentiras necesarias de la vida para llevarla. Versos nobles, que no engañan. Versos claros de poemas implicados, que ahondan en la razón, el corazón y el alma. Versos del pasado y el ahora; del recuerdo y del instante. Versos de homenaje a los poetas que han sido; a los maestros que ella revive como a amigos. Versos de luz, como los grandes; que duelen por la ceguera de la sombra de la que hablan. Porque son los suyos versos de una larga charla, tan larga como la vida de los vivos; y tan definitiva como la vida de las muertes de todo lo que fue o se ha perdido.

Me acerco ahora, una vez más, a esta poesía verdadera para celebrarlo; para celebrarla. Y una vez más me siento afortunado de tenerla; de que la tengamos. De contar en esta lengua que es la mía con una poeta tan grande; autora de una obra que me ha permitido revivir la inocencia; festejar el mundo y la naturaleza del hombre; que me ha ayudado a asimilar esta deficiencia que es la vida y llorar lo que duele, acompañado.

Gracias, Francisca Aguirre. Y enhorabuena. 

TESTIGO DE EXCEPCIÓN

Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del  que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares 
y que nadie lo note.


NO OS CONFUNDÁIS
Y cuando ya no quede nada
tendré siempre el recuerdo
de lo que no se cumplió nunca.
Cuando me miren con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo ofrecerme.
Creedme:
todo lo que pensáis que fue destrozo y pérdida
no ha sido más que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré lo que me fue negado.
No os confundáis: con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo palmo a palmo.
Tanto miedo tenéis que no habéis advertido
la riqueza que se oculta en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia es la vuestra
si nunca habéis perdido nada.
Yo sí he perdido:
yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.

 Aguirre, Francisca: Ensayo General. Madrid; Editorial Calambur, 2000

sábado, 5 de noviembre de 2011

La existencia del otro (Una experiencia de descubrimiento)

La conocí en una red literaria 2.0. No sé por qué razón, ni cómo, iniciamos una relación on line. Reconozco que ella puso mucho más que yo: se hizo amiga en mi blog, en mi perfil de facebook, de mi página y hasta de mi canal de Youtube; me envió mensajes por varias vías y se ocupó de responder a todos los que yo le enviaba. Comenzamos juntos un juego literario entre profe y alumna, con el que nos entretuvimos varios días y surgieron buenos textos. Nos leemos, nos votamos y nos comentamos en todos estos sitios. Y así, de repente, tengo la sensación nueva de que la conozco. Hasta ahora no había experimentado nada parecido. Ella ha abierto en mí un camino inédito de verdadera comunicación. Nunca, hasta ella, sentí con esta intensidad la sensación de la existencia real de mi interlocutor internauta. Ahora espero sus palabras, convencido de que estarán ahí, en cualquiera de los correos, o en todos. Incluso más: ahora pienso en sus palabras en el momento de publicar una entrada, subir una imagen o aportar una colaboración en la red literaria en la que nos conocimos. Ahora estoy seguro de la existencia del otro; de su atención a mis cosas. Hasta ella, nunca preví esa existencia; sabía que podría darse, pero no la presentía. 

La creo alta, alta y guapa (lo segundo es fácil, he visto su retrato). La creo fuerte, porque la vida también la ha golpeado y porque ha sabido levantarse tal como era antes de que la derribaran. Su sensibilidad está intacta, como su capacidad de amar a los suyos y querer a la gente. De corazón tierno, llora fácilmente, cada vez más de emoción; cada vez menos de ira, rabia…, nunca ya de impotencia, porque sabe bien lo que ella vale (o debería saberlo). La habitan un buen humor, algunos amores, y alegrías y tristezas a partes iguales. La creo espontánea, alegre, libre; le gusta cuidar de los otros, no lo puede remediar; y no asusta a nadie. Está siempre dispuesta a una sonrisa de su cara, a una palabra amable de su boca, y a dar explicaciones (aún es joven. Crecerá). La creo leal, honesta, de ojos simpáticos y mirada clara. Y en su mente todo lo que solo tienen las buenas personas.

Me alegro de haberla encontrado. Y de descubrir tantas cosas que se pueden entregar y recibir desde esta pantalla que ya ha dejado de ser fría como otra trinchera. Nadie sabe cuánto se lo agradezco.

Gracias, Vera, Verónica, Vero, Luna. Muchísimas gracias.

© Manuel López Rey

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cuando amanece


No ha sido fácil llegar hasta aquí. Pero aquí estamos, y lo único que importa en este momento es este momento. Una vez más me siento afortunado. Aquí hay amigos que nos esperan; y están bien. He venido con quien elijo, y he podido elegir un año más a quienes más quiero, que también están alegres, sanas y felices. Aquí descanso, me divierto, disfruto y estoy contento. Los otros que también quiero y no están conmigo, siguen desde lejos entregándome lo mejor. Nadie me obliga, soy, como siempre, único dueño, si no de mi vida (porque eso sería mucho decir), sí de mi actitud; nadie interfiere; nadie molesta. Me rodea la alegría, la pasión y la bondad de quienes quiero. Ya lo he dicho: me siento afortunado.

Esta noche ha sido larga, no la he dormido; está llegando a este lugar el sol y quisiera retener esa llegada. Hace mucho tiempo que aprendí cómo se hace; no necesité entonces cámaras ni máquina registradora alguna. Ahora que se compran memorias donde guardar lo que registran otros artefactos, sé de nuevo que es la mía la mejor de las memorias. Tan buena que todo lo olvida: pierde fechas, como arenas del zapato; pierde números, nombres, direcciones; olvida horas, palabras, sensaciones; no almacena caras, andares ni voces; ni luces, ni dolor alguno; no sabe del pasado ni prepara la próxima mañana. Así es esta memoria mía con la que ya he hecho las paces. 

Quizá por eso me entretiene también la fotografía; me repite Ya está aquí, no lo recuerdes; no necesitas recordarlo. Y es que me agrada todo lo que me libera. Y es también por eso que al remirar un álbum, me sorprendo cada vez; cada foto vuelve a ser un descubrimiento, ahora cargado de un no sé qué que me recuerda no sé qué; todo se vuelve un redescubrimiento en mi memoria. Y me fascina. Como las fotos, lo hacen algunos olores, algunos paisajes, algunas horas del día. O algunas voces. Y la música, un sabor, un andar, un cómo te retiras el pelo de la cara; cómo disfrutas de nuevo lo que llevas tanto tiempo disfrutando; cómo ríes cuando nos reímos. Y hasta cómo lloras cuando lloras.

Por eso esta madrugada me acerqué al mar para mirarlo. 

 Abstracción de la ola (7)                                                                     Más fotos en INéDITO facebook



sábado, 10 de septiembre de 2011

Hartando, que es gerundio


Esto es lo que parece que se proponen las redes sociales, hartar. Y lo consiguen. Vamos que si lo consiguen. Basta con que, por ejemplo, visites una página de facebook y que tengas un buen día y te dé por pulsar me gusta; ya la has armado. A partir de ese momento, la página a la que ese buen día, y con tu mejor voluntad de apoyo a lo menos horrible de la Red, te declaraste, comienza a acosarte de tal forma y con tanto ímpetu, que comienzas a sentir mareos; leves al principio, luego más y más fuertes, según vas ocultando las publicaciones que hace continuamente (sí, cada dos o tres segundos) en tu perfil o en tu propia página (depende de donde te encontraras en el momento que pasó por tu cabeza el viento de buena voluntad). Cuando ya has ocultado veinte o treinta enlaces de tu nueva amada, estás abocado a decir, casi con dolor de corazón: ya no me gusta. Pero pasan los días y, por aquello de no parecer un raro, pues vuelves a afirmar me gusta, esta vez ya más convencido de que has encontrado la página de tu vida. ¡Que va! has vuelto a equivocarte, a cometer el mismo error. Y otro desamor al macuto de tus tristes historias de internauta.


Bueno, pues nada; qué le vamos a hacer, habrá que acostumbrarse. Y entonces recuerdas un consejo que no sabes muy bien por qué se te quedó grabado al leer cualquier libro para tirar de esos que colocan en las librerías en la sección de autoayuda, y te dices: ¡Claro!, si lo que tengo que hacer es dejar de andar por ahí declarándome, comentando y votando. Utiliza tus propios recursos, rezaba el consejo. Y, muy decidido, con paso firme, decides dedicarte con exclusividad a tu blog personal; ya vendrá el momento de compartir en facebook o en twitter algunas de tus entradas (por aquello de actualizar tu muro, o tu página). Y es entonces cuando te das cuenta de que los editores de entradas, tanto en bloguer como en facebook, también son harto deficientes. En la mayoría de los casos no existe la cursiva, y ¡hala! todo con comillas, como en el XIX; y no pretendas imponer un criterio cuando adjuntas una foto a una entrada; no, no, ni se te ocurra. Cada vez saldrá de una manera diferente, la que mejor le parezca al editor de turno. En facebook son tan burros, que hasta la palabra facebook aparece subrayada en rojo cada vez que la escribes; vamos, que no la reconoce su corrector ortográfico (hay que joderse).

Y en este mundo on line, donde todo está enlazado, anudado y bien atado, resulta que si visitas mi perfil de facebook, no aparece por ninguna parte que tengo también una página en facebok; o sea que se olvidaron de anudarse a sí mismos; será por eso que para otras cosas están tan despiertos. Por ejemplo, si no quieres estar visible en el chat de facebook, eliges ocultarte y ya está, ¡pues no!; como continúas revisando tu correo personal y algún mensaje te vuelve a llevar a facebook, pues, o tienes la alarma puesta para que suene cada cinco segundos, o te encuentras en la página y otra vez estás visible en el chat, así, por cojones. Y claro, como esto es un patio de vecinos, pues hala, a recibir conversación; si no contestas, otra vez eres un raro; si contestas, has de hacerlo a todos, pues se enteran de tu recientísima actividad, y claro, si a unos sí y a otros no, además de raro, raro, eres un maleducado. Lo que hace que cuando decides trabajar un rato  te veas envuelto en una conversación con los vecinos que puede durar horas (depende del aguante del charlatán); como además cada cual habla de lo suyo, terminas con la cabeza como una olla (bueno esto no es grave, porque la mía está así de continuo y por el momento no sufro síntomas de consideración). Por supuesto no trates de ponerte en contacto con algún administrador: facebook no lo administra nadie; su configuración le permite vivir así, sin alma; y otra vez a sentirte raro, raro, raro; porque, o tu pregunta se encuentra entre las más comunes, esas que parece ser que se hace todo el mundo y que yo no me lo creo (en realidad son las que a ellos les conviene responder), o te quedas sin respuesta (ellos en cursiva porque como ya dije aquí atrás,  ellos no están, no existen; pero eso sí, aparecen por toda la Red, ocupándolo todo, siempre presentes en el amplio, ancho y largo espacio virtual; y tienen que ser muchísimos, verdaderos ejércitos de hormigas soldado, estos de facebook o twiter; para que luego digan que no existen los extraterrestres). Y si se te muere tu madre que tenía un perfil en estas redes sociales (dios no lo quiera), pues como no hay manera de suprimir la página, cada vez que abres tu máquina y entras a esa misma red, ahí está tu madre sugiriéndote, incansable e inpertérrita, que te amigues con ella (a buenas horas); vamos, que hacen una buena labor psicológica: te confirman que efectivamente era muy cansina; que, dijeras lo que dijeras, incluso rogándolo por favor, ella dale que dale con lo mismo, como el rayo que no cesa; y eso, hay que reconocerlo, libera mucho. Y sale siempre ahí, con la foto, mirándote, acojonándote; salvo que conocieras su clave y modifiques su perfil (qué grima, entrometerte en su perfil ahora que está muerta), y borres todas las fotos; que te va a dar igual, porque como su primer apellido coincide con el segundo de los tuyos, pues ahí está, siempre, todos los días y a cualquier hora, incluso de madrugada, ella que no trasnochaba nunca la pobrecita; y ahora que has retirado el retrato, aparece un monigote vahído, como la foto de un espectro; (¡santo cielo! ¿pero es que a esta mujer no la intimida ni la muerte?). De escalofrío. 

Otra pregunta que siempre te encuentras entre esas que todos se hacen, las más comunes o frecuentes, es la siguiente: ¿Quieres que te encuentren todos tus amigos (incluído aquél que odiabas en el instituto; o el malvado profe de mates, que tanta repugnancia te causaba)?, pues pincha en la pregunta, que te vamos a sugerir cómo hacerte ver: promociona tu página ¡Anúnciate! ¿Vosotros creéis de verdad que la mayoría se ha hecho tal pregunta? ¿creéis que la mayoría busca contar con miles de amigos que ni siquiera conoce? Yo creo que no (iluso), que la pregunta te crees que se la hacen todos porque aparece precisamente ahí, en el listado de las más frecuentes; de no aparecer, nunca se te hubiera ocurrido. Qué lista esta marabunta de inexistentes. Marabunta: población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso todo lo comestible que encuentran; conjunto de gente alborotada y tumultuosa (no sé cuál de las dos acepciones hay que aplicar para alcanzar la exactitud en este caso; dejemos los dos).


viernes, 19 de agosto de 2011

La Casa del Mar

Ella es como una sirena tierra adentro.
         Él no deja de mirarla.
        En el escenario, ella se descalza y sus pies y sus brazos nadan en la luz -ahora verde, ahora ámbar- de las lámparas.
         Ella canta y enamora.
       Él pierde la cabeza por ella y busca entre las cuerdas la música que quiere regalarle.
      Sentados cerca uno del otro, visitan sin moverse lugares de sal y sueños, en un continuo camino hacia el origen desde donde vuelven bañados de mar. 
        Y es entonces cuando ella mueve en el aire las manos, que parecen mariposas, y las de él encuentran dunas que acaricia en el hueco sin fondo de las guitarras.
       Mirando hacia el sur caminan desiertos milenarios, que arden, y es su música de agua la que cae en esta hora abrasada, como un manto de plata brillada que alivia minerales.
    ¡Que no se vayan! ¡Que no se los lleve nadie! Que quiero escuchar caracolas desde esta butaca, y que continúen el sonido del mar y las cumbres de la ola  entrando temblando por la ventana.


(Es importante que este vídeo se escuche en las mejores condiciones de audio posibles; si tu equipo no las alcanza, utiliza cascos, y disfruta de esta música asombrosa. Y no dejes de visionar todos los videos de su canal. Tenemos que ser muchos los que disfrutan con la música y las maneras de La Casa del Mar, solo así conseguiremos que sigan regalándonos minutos soñados.)

domingo, 3 de julio de 2011

De verano

No me gusta. De verdad que no. Aunque reconozco más cómodo el aire acondicionado que la caldera de la calefacción de mi casa. Hasta aquí aún no ha llegado el gas natural y hay que andar con las putas bombonas de propano, y eso que hace más de dos años que ya me cobraron la acometida, el contador y no sé cuántas cosas más.
En cualquier caso, el verano no me gusta. En este tiempo, mi cuerpo rechaza el sol; en cambio, en otoño y en invierno lo goza de manera extraordinaria. Soy una planta de sombra (puede ser por lo que de Galicia vive en mi).
Hoy he recibido un correo de Merce, compañera de aquellos años en los que estudiamos osteopatía. Ha sido una sorpresa muy agradable ¡Tenemos tanto que contarnos! Me apetece tenerla cerca y reír con sus ojos; reconocer una vez más su ternura y su bondad. Me prometo verla pronto. La quiero mucho.

A pesar del verano, también están pasando algunas cosas buenas: mi hermana inicia sus vacaciones por tierras de Portugal y sé cuánto las necesita; Yolanda se ha comprado una moto, y la está disfrutando (cuando encuentre un momento le haré fotos y las traeré hasta aquí); y en cuanto a mí, por fin he comenzado un tratamiento para solucionar los problemas de mi pierna. Homeopatía. Veremos qué sucede. Tengo confianza, pero también es verdad que sé que mis fascias guardan las huellas de tanto miedo que sufrí este año, y que les va a costar un gran esfuerzo soltarlo. Lo estoy intentando. Si todo sale bien, contaré aquí el trauma y la solución. Por el momento, trato de curarme en este silencio.

domingo, 12 de junio de 2011

Fotografía y abstracción

En una entrada anterior enlacé el monográfico Fotografía y abstracción, donde abordo el asunto a través de algunas páginas de texto y fotografías.
Para los que no se tiran a la lectura con facilidad, os dejo aquí un vídeo que resume los conceptos de los que allí se habla.
Por tratarse de fotografías encadenadas, recomiendo que se permita cargar a la máxima resolución antes de visionarlo

viernes, 22 de abril de 2011

Envolviendo en colores la imaginación




Este es el título con el que mi amiga, la pintora Begoña Antúnez, presentó su obra en la sala de exposiciones del JMS. En el montaje nos conocimos, y le dediqué un ejemplar de Mal momento. Días después, desde Mexico DF, me escribía un correo que he publicado en este mismo blog. Tanto me gustó, y tanto le agradecí sus palabras.
   Volvimos a vernos después, cuando se acercó a desmontar la exposición. Entonces le dije que le haría un regalo. Por entonces yo ya había escrito una breve reseña de la exposición: B.A. presenta 25 cuadros de pequeño y mediano formato que suponen una muestra de su trabajo como pintora, en el que utiliza el acrílico sobre tabla con una técnica más propia del óleo, consiguiendo así texturas muy personales que aportan a su obra una interesante singularidad. 
     A medio camino entre lo figurativo y la abstracción, Begoña se siente cómoda y libre, y es así como aparece el color, que todo lo inunda en esta muestra llena de vitalidad e imaginación, y que permanecerá abierta al público en la sala de exposiciones del Edificio Municipal Joan Manuel Serrat hasta el próximo día 29. 


Ella también escribe. Me ha enviado dos buenos cuentos. Y viaja, viaja constantemente. Para dejar de hacerlo tendría que despedirse. Y es acaso por permanecer tantas horas en el aire, que le atraen las estrellas. Y las pinta. También pinta flores, que le brillan como estrellas. Y esferas, muchas esferas que seguramente se encuentra en los otros viajes de su imaginación, desde donde desciende cargada de intenciones. Y se pone y pinta cómo arde el desierto.
    Me atrajo fotografiar su obra, y luego grabé unas tomas para confeccionar un clip. Ese era mi regalo.


lunes, 28 de marzo de 2011

La abstracción en la Fotografía



Fotografía y abstracción

Cuando se estrena un iMac, no dejas de enredar. Y enredando, enredando, trato de aprender. Como ejercicio, realicé este monográfico en el que pretendo explicar las bases de lo que entiendo por abstracto en la Fotografía.

Llevo un tiempo atraído por fotos que parecen no retratar nada. Esas que representan formas, colores, texturas, y que de alguna manera suponen una creación abstracta a partir de lo real (si reducimos en fotografía realidad como lo corpóreo y tangible). Tanto es así, que en mis carpetas de iPhoto, y en mi web de fotografía wix.manuellopezrey, siempre aparece un apartado dedicado a este género abstracto.
Y casi siempre me veo explicando qué entiendo por abstracto en la Fotografía y de dónde mi interés como para catalogar o reunir bajo el genérico ABSTRACTO determinadas imágenes.
 Pues bien, aquí os dejo este monográfico (La abstracción en la fotografía) que puede responder algunas preguntas.

El acuario de Chino




El acuario de Chino está en casa de Natalia, mi sobrina. Ella se lo regaló unas Navidades. Luego, los dos se entregaron a esta locura y han conseguido un tanque lleno de vida. Él no se llama Chino, tiene otro nombre por el que nadie lo llama, de ahí que este sea el acuario de Chino.
Yo soy un apasionado de la acuariofilia y disfruto mucho cuando voy a su casa, observando estos maravillosos animales. Quise probar la cámara en modo vídeo y la última vez que estuve allí grabé unas tomas; luego quise probar el iMovie y monté este clip. No tiene nada de interés, salvo para mí, que me hace volver a casa de Natalia y Chino. Y puede que también disfruten otros amantes de los acuarios. Por eso lo dejo aquí.
...tanta vida 


viernes, 25 de marzo de 2011

Lectores

Afortunadamente, han sido muchos los lectores que han utilizado el correo electrónico para envirme sus apreciaciones despues de la lectura de Mal momento. Ni aquí ni en la web me he atrevido a publicarlas; pienso que no tienen por qué interesar a los demás. Para mí sí han sido muy importantes; saber que he conseguido emocionar unas veces, otras entretener, y conocer la opinión de mis lectores sobre mi escritura, ha sido y continúa siendo un gozo y un estímulo. Lucho continuamente contra mi ego, hasta el punto de vivir matándolo, pero he decidido permitirme un descanso y publicar aquí el correo que recibí desde México. Lo envía Begoña Antúnez. Muchas gracias, Begoña.


Hola Manuel,
saludos desde México, DF. He empezado a leer tu libro. Ya me habías advertido de su crudeza. Por supuesto leo los cuentos enteros... pero he tenido que parar en el cuarto o quinto. He de contarte que hacía mucho que no lloraba tanto con una lectura. El verano en Galicia desde los ojos de un niño al que han robado sus recuerdos me ha dejado todo menos indiferente. Me ha transportado a un mundo mágico, verde húmedo, lleno de cariño, sencillez y ternura. Matriarcado hermoso de grandes trabajos y grandes sentimientos. Esperaba un final dramático tanto como el que tiene..No sé si será autobiográfico, o hay algo de autobiográfico en él o no.
Creo, no sé si me equivoco, que eres un hombre con una gran capacidad de empatía y de sentir y vivir cada momento con una intensidad y una pasión envidiables. No pasas por la vida de puntillas, ni la vida pasa por tu lado sin detenerse. Tanta capacidad de sentir y de expresar lo sentido, sólo lo puede tener un alma grande, sensible y de artista. No sólo sientes y vives, sino que tienes la necesidad de compartir esas vivencias, gritarlas al mundo, emocionarlo, conmoverlo...
Gracias por compartir ese trocito de tu intimidad.
Seguiré leyenddo el libro con la misma pasión que creo has puesto al escribirlo.
Además de los temas, tu estilo escribiendo también me gusta. En mi humilde opinión, tienes una prosa rica, viva, que crea imágenes visuales y sentidas. Que transporta a mundos nuevos donde los personajes viven sus miserias y pasiones impasibles ante sus fatídicos destinos...
Qué rollo te estoy metiendo. Bueno, que me ha gustado mucho. Me ha conmovido muy adentro. Seguiré leyendo expectante antes de irme de MEX.
Un abrazo muy fuerte,
Begoña.

sábado, 12 de febrero de 2011

Desde hace tiempo...

Han pasado casi diez meses desde la última entrada en este blog, durante los que no he hecho muchas cosas a parte de asistir y atender mi trabajo. Por el contrario, en mi vida personal sí que han pasado cosas, y muchas. Ha fallecido el padre de mi compañera, también se ha ido mi madre y he perdido a una buena amiga y a una persona del todo excepcional: Virtudes (Virtudes Fontal, para los que quieran saber de ella en la red).
La enfermedad también se cebó en mi compañera: ha pasado por el quirófano y por un tratamiento con radiología. Mi hermana está llevando mal el duelo por mamá, y yo aquí, en medio de todo, tratando de superar el estrés y el cansancio que estos acontecimientos han supuesto.
A pesar de todo, disfrutamos de unas vacaciones en el desierto, tengo una canon nueva y me he pasado a Apple, con un iMac y un iPad. Estoy luchando una vez más con los aparatos, los sistemas, las aplicaciones..., ¡es divertido!
La vida continúa y he aprendido mucho en este tiempo. Me encuentro bien y estoy convencido de que aquéllo que aún queda por resolver, lo hará favorablemente. Trataré de estar aquí, en el blog, más a menudo. No me hace mal.