sábado, 4 de agosto de 2012

Los colores del agua

Siguiendo con el proyecto La historia que no se ve, Alfaro me envió una fotografía en la que aparece el otoño avanzado, con toda la majestuosidad que aporta el silencio de la naturaleza en este momento casi invernal; el silencio de la pausa de la vida, del reposo necesario; de la muerte que no es muerte, sino vida que espera, quieta y callada, la hora festiva de la primavera que llegará. 
   Una vez más, el proceso y edición a los que Alfaro somete sus fotografías nos dejan ver el aire y la intimidad más profunda de lo retratado, porque Alfaro retrata la naturaleza, y nos la entrega así, sin estridencia y en silencio.

La historia que escribí para acompañar a esta imagen es también pausada y silenciosa; el recuerdo de algo íntimo; la voz del abuelo que ya no está: la muerte que no lo es porque perdura la vida en la enseñanza regalada al nieto. Y los colores. También aquí callados en un silencio de pañuelos perdidos o guardados en el baúl (metáfora de la memoria y los recuerdos). Y los ojos de las truchas como símbolo del mirar, del percibir de la Naturaleza, y por tanto del mirar y percibir del Hombre. Un mirar que ha de aprehenderse; una lección para el espíritu aquí libre y grande de la infancia.

Una lección que el artista Gonzalo Torné tiene bien aprehendida bien adentro. De ahí el festival de color en sus obras, que nacen de respuestas del espíritu cuando Torné le toma la lección.
     Es la suya una pintura colorista y rotunda, no callada, como no podía ser de otra manera: la voz alegre de la alegría de vivir. 

Todo esto, y el afecto que siento por Gonzalo Torné, me llevaron a dedicarle este cuento.


2 comentarios:

  1. Amigo Manuel, te sigo en Falsaria y ahora por acá. Me gusta tu estilo y sobre todo tus buenas críticas a los relatos de los demás. Gente con tu criterio es la que hace falta para darle más prestigio a ese sitio WEB.

    Sobre este artículo en particular, entré a leer el cuento que indicas en "lahistoriaquenoseve.blogspot" y dejé un pequeño comentario. Me encantó ese cuento y la fotografía.

    Te dejo mi blog que va en una onda algo distinta, pero sería un honor recibir algún comentario tuyo en cualquiera de los artículos que están allí publicados.

    http://raguniano.blogspot.com/

    Saludos desde Venezuela,
    Rafael Baralt

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    1. Gracias, Rafael, por tus consideraciones. He visto tu comentario en "La historia que no se ve" y te he respondido. Visitaré tu blog.
      Un abrazo.

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