A las 24 horas de publicar en este blog la fotografía número 15 del libro La historia que no se ve, he publicado en lahistoriaquenoseve.blogspot.com la entrada con la historia correspondiente. No me gustaría que por eso se pensara que el relato lo he escrito en esas 24 horas; no ha sido así. La foto la recibí a primeros de septiembre, y desde entonces me habitan las impresiones que esa foto causó en mí (que son las que comparto en la descripción de la foto), de manera que, cuando me pongo a escribir la historia, surgen y configuran el relato.
En esta ocasión, además, lo que conté sobre la fotografía provocó en mí el recuerdo de una literatura muy concreta; estoy hablando de Juan Rulfo y su extraordinaria novela “Pedro Páramo”, en la que a Juan Preciado lo encuentran muerto en la calle; muere de espanto, ahogado por los murmullos, por las voces de los muertos y por el miedo. Por supuesto que ni mi prosa ni mi talento alcanza a rozar la una ni el otro del genial Rulfo. Pero confieso que rondaron mi mente cuando escribí esta historia: Escondido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario